PRESIDENTA RECULA Y AMPLÍA PLAZO

Como no le pararon bola mejor amplió el plazo. Como para no hacer el ridículo, según ella, la presidenta de la Honduras refundada, Xiomara Castro de Zelaya, amplió, hasta el 5 de abril el plazo para que funcionarios con aspiraciones políticas puedan renunciar a sus cargos.

El plazo inicial era el 1 de abril, pero dizque por la Semana Santa, mejor se amplió el plazo. Siempre encuentran a quién echarle la culpa. No tuvieron valor para dar la cara y pusieron a la viceministra de la Presidencia, Dessiré Flores, a dar la información, hasta el martes 2 de abril.

La mera neta, es que hasta ayer no recibieron ninguna renuncia. Y para no hacer el ridículo, otra vez, mejor se inventaron la excusa de ampliar el plazo. Ya se dio cuenta que no manda, el anuncio para que obedecieran lo debió hacer el sombrerudo. Esa si es santa palabra y todos le obedecen.

Igualmente pusieron de excusa la declaración jurada, cuyo plazo también se extendió hasta el 5 de abril. Flores explicó que la ampliación del plazo es debido a los días de feriado “por la Semana Santa que recién terminó, lo cual hace que se atrasen un poco estos trámites administrativos”.

Agregó que, hasta el momento, “casi la totalidad de los funcionarios y funcionarias han presentado sus declaraciones juradas, reiterando el compromiso de continuar acompañando a la presidenta de la República, al pueblo hondureño y al proyecto de refundación de Honduras hasta el 27 de enero, cuando ella culmine su mandato en 2026”. O sea que seguimos con el mismo gabinete, apiádate de tu pueblo San Miguel Arcángel.

Fue hasta el lunes por la noche, que presentaron su renuncia la subsecretaria de Justicia, Carmen Haydeé López y el gobernador por Francisco Morazán, Mario Sorto. Dos completos desconocidos que no se sabe si aspiran a cargos de elección popular. Ojalá que no. La única figura de alto perfil que renunció fue el designado presidencial, Salvador Nasralla, que, como perro con el rabo entre las patas, anunció sus aspiraciones presidenciales, por milésima vez. Vuelve la mula al trigo.

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