RESIGNACIÓN NO HAY PISTO PARA COMER MARISCOS

 

Si de por sí normalmente los mariscos son un plato gourmet para los hondureños en la temporada de Semana Santa, todo es peor porque en esta época del año los precios de los productos de mar suben más rápido que un pez tratando de escapar de una red de pescadores.

Adalid Irías, el presidente de la Asociación de Defensa de la Canasta Básica de Honduras (Adecabah), dio las últimas noticias sobre esta escalada de precios que tiene a los consumidores solo sintiendo el escandaloso olor de los mariscos porque para comprarlos y llevarlos a la mesa no ajusta el pisto.

Que se agarren bien advirtió Irías entre suspiros de resignación, “porque los mariscos están alcanzando precios estratosféricos. Parece que hasta los cangrejos están sintiendo la inflación, pasando de 25 a 30 lempiras en solo dos semanas.

El pargo, ese noble habitante de las profundidades marinas, ha pasado de 70 a 80 lempiras en un abrir y cerrar de ojos. ¡Y el filete rojo, ese preciado manjar, ahora se cotiza a 90 lempiras! Debe estar hecho de oro macizo.

Y qué decir de la jaiba, ese crustáceo tan querido por todos en las sopitas. Ha subido de 30 a 50 lempiras en dos semanas.

Pero aún hay más. El pescado seco, traído del Atlántico como un tesoro de ultramar, se cotiza a la friolera de 180 lempiras la libra. Y eso que ni siquiera viene en una caja con un lazo dorado oh a sido salado con sal del Himalaya.

Irías nos advierte que esta tendencia de precios al alza podría continuar en los días previos a la Semana Mayor. Así que, queridos amigos, si planeaban hacer una sopa de mariscos para celebrar las festividades, mejor preparen sus billeteras. Porque, al parecer, este año el marisco viene con un precio multiplicado.

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