¡ALCALDE ARRASTRADO!
Cada día que pasa, el gobierno de la refundación se va pareciendo más a una guarida de gente de mal vivir, que al ser expulsada de su hogar encuentra en las huestes desesperadas del oficialismo el clavo ardiendo del cual agarrarse para no morir olvidados en cualquier cuneta.
El caso más reciente de este tipo de despojo humano que acabó pegando el porrazo en el pórtico de Mel fue el alcalde de Texiguat, que tras ser echado como un perro sarnoso del partido colorado corrió a arroparse con la bandera refundacional, a la que juró lealtad con el mismo convencimiento de una dama de alegre vida a la hora de cerrar un trato.
En una ‘master class’ de cinismo ilustrado, Erick Mejía cambió súbitamente el chip para acomodarse al discurso antiimperialista de sus nuevos camaradas, que aún está por verse cómo lo recibirán, pues es sabido que andan estos hoy y siempre con la sensibilidad a flor de piel cuando de mapaches se trata.
El converso traidor da así finalmente el brinquito que lo acomoda justo donde quería estar, pues desde hace unas semanas fungió como el promotor de una estampida de ediles colorados que le anduvieron coqueteando al comandante vaquero, al no encontrar en el insulso Yani el calor que creen merecer.