RAQUEL NO SEAS MALA
La presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Rebeca Ráquel Obando, quien desató una tormenta en el ámbito judicial al defender con uñas y dientes sus movimientos en las coordinaciones de las salas de este poder del Estado.
Aunque muchos se han hecho eco de la vieja canción de Leo Dan, “Pero Raquel”, y le dicen, pero Raquel, llama al pleno, no seas mala mi Raquelita, ella hace oídos sordos.
Y más bien en un giro irónico, Obando utilizó las redes sociales, ese hervidero de opiniones y críticas, para respaldar sus decisiones.
A través de su cuenta en la red social “X”, la mandamás de la CSJ compartió un análisis jurídico elaborado por el abogado y notario Rodil Rivera Rodil. Con ello según la togada demuestra que su accionar estaba respaldado por la letra de la ley, o al menos, por una interpretación selectiva de la misma.
Según el análisis presentado por Rivera, la decisión de Obando se sostiene en el artículo 315 de la Constitución de la República y el artículo 16 del reglamento interno de la CSJ, junto con su correspondiente reforma. Una interpretación tan creativa como controvertida, que deja perplejos a más de uno.
En cuanto a la reforma al artículo 16 del reglamento interno, el notario no dudó en señalar que cualquier duda al respecto debe resolverse aplicando una suerte de malabarismo lógico-jurídico que, según él, debería existir entre la redacción original y su reforma.
¿Malabarismo jurídico? Otros leguleyos colegas de Rodil dicen que todo suena más a un espectáculo de circo que a una argumentación sólida en un entorno legal.
En resumen, la defensa de Obando parece más un acto de prestidigitación legal que una fundamentación sólida y convincente. Pero en el confuso y a veces surreal mundo de la política y la justicia, ¿quién sabe? Quizás aquí la lógica no opera bajo las mismas leyes que el resto de los mortales, y será que todos estamos equivocados.