TIO SAM MANTIENE MARCACIÓN ESTRICTA

El tío Sam mantiene una muy bien disimulada marcación estricta sobre su tradicional aliado catracho, en especial desde que la refundación agarró la guayaba presidencial y empezó a sacar las uñas.

Por aquí ha andado estos días su subsecretario de Estado adjunto, que es una de sus altas poporoilas para asuntos tercermundistas, reuniéndose primero con varios diputados refundidores y después con otros oficialistas y gente de la mentada sociedad civil, que casi viene a ser lo mismo.

Una agenda cuidadosamente equilibrada para no herir susceptibilidades, sobre todo en el bando refundacional, que suele que ver injerencias en todo lo que huela a gringo.

Y es que no quieren los gringos que las cosas se les tuersan aún más por acá, conscientes de que el castrozelayismo reinante le hace tilín a los venezolanos, nicaragüenses y cubanos, que ya días dejaron de ser parte de su patio trasero por andarlos descuidando.

La visita, por cierto, sirvió oficialmente para hablar de la CICIH, los derechos humanos y todos esos cuentos con los que usualmente suelen disfrazar los gringos sus “espiadas” y jalones de orejas.