REDONDO AGARRA BERRINCHE CON PRENSA
Luis Redondo resultó ser más sensible que un clítoris, queriendo contar las canas a la prensa, solo porque no hay día que no le ventilan sus mandracadas. Bajo el absurdo de querer mejorar la libertad de expresión, el presidente del Legislativo lo que anda buscando es un ambiente mediático apacible y hecho a su medida.
Con nimiedades por el estilo se empezó a torcer la cosa en Nicaragua, donde hoy por hoy ya no se puede ni rezar. Para justificarse se inventó una nueva comisión, a la que encargó escudriñar y proponer soluciones que solo existen en su frágil cabezota, que sigue siendo incapaz de impermeabilizarse a la crítica, por mucho que lo niegue.
Obviamente, se trata de una reacción a la que se le nota el ardor, y que llega precedida de un informe donde el CNA dio cuenta de las corruptelas, el autoritarismo y la ineficiencia con las que ha marcado su gestión, que además de negligente también ha sido vulgar y reaccionaria.
Pero es Redondo un buen cobarde, ya que después de tirar la pedrada soltó el bozal a sus voceros, para que se echaran estos al monte a negar sus intenciones, jurándolo al unísono y en nombre de una refundación a la que le lamen las botas y que cada vez se va pareciendo más a todo lo que un día criticaron con ahínco.