HONDURAS, LA CORRUPCIÓN COMO BANDERA
Es oficial: Honduras escaló hasta el top 5 de los países más corruptos de la patria grande latinoamericana, superado entre otros por Venezuela y Nicaragua, dos queridos aliados ideológicos del gobierno refundacional que, en sus dos años de mandato recién cumplidos, le sigue dando largas a la llegada de la CICIH, que fue su promesa insigne de campaña para combatir la corrupción.
No es que con ello se haya descubierto el agua caliente, pues solamente puso el doble check a lo que desde ya días pasó de ser un rumor a convertirse en toda una creencia de dominio público.
El sopapo sale a relucir a raíz del más reciente informe publicado por Transparencia Internacional sobre el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) correspondiente al 2023, donde Honduras salió aplazado con una puntuación de 23 de 100, y ocupando con ello el puesto 154 de 180 países del mundo. Casi nada.
Una revelación, eso sí, un tantito curioso, teniendo en cuenta el afán con que gobierno refundacional estructura sus discursos, que pintan siempre un panorama radicalmente opuesto en el que ellos, por supuesto, son siempre los buenos.
Pero por más que relinchen, la realidad es que eso de andar enchambando al familión, de imponer a la brava los fiscales en el Ministerio Público y repartir millonadas bajo la mesa en un Congreso que ni siquiera sesiona, son y seguirán siendo un lastre difícil de justificar.