CONTABILIZÓ LAS VECES QUE FUE AL BAÑO EN SU DISCURSO

El Redondo con su gran barrigón encabezó la marcha de los tres Poderes del Estado rumbo al estrado principal del Congreso Nacional para la solemne ceremonia de Instalación de la Tercera Legislatura, que, contra viento y marea, y los rezos a la Virgen de Suyapa, se pudo realizar, como estaba previsto este 25 de enero.

Luciendo más cachetón y más barbón, el presidente del Congreso Nacional pronunció un discurso más largo que una libra de chorizo, pero muy vacío. Fue más bla, bla, bla que resultados, le faltó humildad para aceptar que ha sido el peor presidente del Congreso Nacional, un verdadero fraude. Quedó en evidencia que ha sido el presidente del CN menos productivo. Tuvo que echar mano a cifras ridículas y casi inventadas para ponerle carnita al discurso.

Como no hay logros que destacar en el informe de gestión, Redondo contabilizó las horas sesionadas, las veces que tuvieron que votar, el tiempo de uso de la palabra, las reuniones con el cuerpo diplomático, las donaciones a Teletón y hasta el Congreso Infantil que casi no se realiza por primera vez en la historia. Sumen también, las veces que comió “vidrio” y fue al baño.

El presidente, comenzó su discurso denunciando una injerencia internacional que, según él, se materializa a través de una campaña de desinformación y ataques provenientes de empresas extranjeras contra el Legislativo y su liderazgo. Resaltó la elección de los 12 magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para el período 2023-2030 en febrero del año pasado, sin dar un peso. Ajá, cuente más.

Algo importante fue que interrumpió el discurso para ir a abrazar a su madre en el Día de la Mujer Hondureña. Bárbaro. Si hasta dijo que la viejita lo tenía que despertar todos los días para obligarlo a ir a la escuela. Tremendo manganzón, con razón. Para asombro de la honorable cámara, hasta el mismo parecía confundido con su discurso, ya no hallaba que más decir y contó de las idas al baño a defecar el vidrio molido que le dieron en las comidas. Eso sí, después regresaba más despejado y despierto.

No hay falla en su lógica. Para finalizar dijo que los hechos hablan más que las palabras, que había prometido poner orden en el Congreso Nacional y lo logró, por eso lo seguirá haciendo en esta nueva legislatura.

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