XIOMARA PRETENDE CONTRARRESTAR FEMICIDIOS HABILITANDO UN TELÉFONO

“A problemas complejos, soluciones sencillas” habrá pensado la presidenta Xiomara Castro cuando anunció la habilitación de una línea telefónica donde se atenderán las llamadas que tengan que ver con amenazas a la vida de las mujeres, justo cuando el país sufre una ola de femicidios sin precedentes.

Una decisión, creerá ella, oportuna y acorde a las circunstancias, tan apremiantes como nunca antes, y que por esas cosas de la vida no convence y desde luego no sogiega a absolutamente nadie en su sano juicio.

Una decisión, eso sí, a la altura de muchas otras adoptadas a lo largo de su mandato, donde claramente se ha desvanecido la esperanza de atestiguar un cambio positivo en cuanto a la protección de las mujeres, en un país gobernado precisamente y por primera vez por una ellas.

Quizás por eso no convendría esperar mucho más de un gobierno que prometió refundar y acabó refundiendo; pero se engaña sólo el que quiere, y en esas andan muchas.

Desde que en la asunción del poder prometió no callar ante los femicidios, la presidenta había permanecido calladita, hasta hoy, cuando en la ceremonia de ascensos de la Policía Nacional anunció lo de la línea telefónica, que para el caso mejor se hubiera quedado como estaba.

Pero mientras ella callaba, las cifras gritaban, ya que, según las organizaciones feministas, en promedio una mujer es asesinada cada 20 horas en Honduras durante los dos últimos años, ubicando al país en el primer lugar de América Latina.

¡Así está Honduras, el asesino anda suelto, la sangre enluta a las familias hondureñas!