EL BANCO CENTRAL ESTÁ DE FERIA
El Banco Central de Honduras se ha convertido en el verdadero paraíso para muchos burócratas, en especial para los 33 qué recientemente se auto adjudicaron un aumentón de sueldo que los catapultó hasta lo más alto, incluso más arriba que la propia jefa de la esa institución, Rebeca Santos, a quien habría que erigirle ahí una estatua por haberse mantenido en 160 mil maracandacas mensuales desde que agarró la guayaba en 2022.
Pero por desgracia parece ser la única, porque ahí hay bárbaros y bárbaras que aún sin haberse aprobado el presupuesto nacional para este año, ya se habían recetado un jugoso y suculento aumento, que en muchos casos anduvo arriba de los 25 mil pesos mensuales, permitiendo a ciertos energúmenos qué ahí laburan cobrar, a día de hoy, casi 330 mil pesos al mes.
Y es que parece que ahí los aumentos se tiran a la garduña, para que los agarre en el aire el primer pajuil con suerte y buen cuello, pues en el referido caso, que tiene que ver con el gerente general del banco, el ajuste fue de casi 28 mil pesos, llegando a ganar actualmente 328 mil 190 pesos desde enero. Oiga bien.
Y no es el único, porque en el caso del cargo de “especialista económico” , una cría que lleva 30 años y 7 meses chambeando ahí, y que en la planilla de diciembre su puesto aparecía como director, el salario aumentó en 16 mil y pico de pesos (4.96%) al pasar de 324,625 a 340,726. Casi nada.
Y la lista sigue y sigue hasta el infinito y más allá, dejando notar la podredumbre con que ahí se manejan las cosas, pues resulta poco más que indecente embolsar se mensualmente tanto billetal, mientras más de la mitad del populacho llega a fin de mes arrastrando la lengua por el camino.