CÁLIX SE VA A LAS CALLES
Jorge Cálix como que quiere recordar sus viejos tiempos, cuando patuleaba las calles en nombre de la refundación nacional; solo que ahora sus motivaciones son otras, así como los destinatarios de sus reivindicaciones, que curiosamente son aquellos con los que antes marchaba y quemaba llantas.
Porque sí, ahora que su alma es colorada, anda puyando a sus correligionarios a marchar el viernes 21, para exigir al oficialismo del cual alguna vez fue parte, que escarmiente y eche el culo al charral con eso de la denuncia del tratado de extradición con los gringos.
Y es que su clamor, que es también el de la inmensa mayoría del populacho, es que el gobierno refundidor se debe de babosadas y no acabe dando el tiro de gracia al tratado con los gringos, pues hacerlo significaría dar rienda suelta al narcotráfico, como antaño.
O más concretamente como cuando en los años mozos del Poder Ciudadano. “Yo no quiero ir a La Ceiba y ver la historia de hace 10-15 años, donde un narco entraba a una discoteca y si miraba una muchacha bonita, se la llevaban y la regresaban 5 días después luego de ser violada por 60 hombres”, dijo.
Porque entiende el precandidato colorado que cuando el tratado pase a mejor vida a partir del 25 de este mes, los narcos volverán a ser los “reyes” de entonces, los que tienen “sometida, pagada o amenazada a la Policía, a los fiscales, militares y hasta a los medios”.
La movilización sería entonces en la capirucha, aunque aún no hay hora confirmada, pese a que se presume que finalizará frente a Presidencial, que es al fin y al cabo de donde emanó la nefasta orden de acabar con la única herramienta eficaz para evitar que se repitan escenas como, por ejemplo, el narcovideo de Carlón.