HONDURAS PONE ALFOMBRA ROJA A NARCOTRÁFICO
La política hondureña y el narcotráfico son como el café y el pan en la mesa del poder. Así lo expresó Gabriela Castellanos, directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), quien con gran ironía destacó que los testimonios de los líderes criminales en New York apenas logran ilustrar la época dorada en la que los narcos gobernaban con la bendición de los políticos, sin distinción de colores ni discursos vacíos.
Según Castellanos, la única manera de hacer justicia en este país fue importando la justicia desde el extranjero. “Gracias a la extradición, logramos que los capos de la política con más millas acumuladas en vuelos privados terminaran en un juzgado con destino sin retorno”, señaló. Porque en Honduras, el sistema judicial no los tocó ni con una multa de estacionamiento, a pesar de que medio mundo sabía de sus negocios.
Pero, ¿acaso la fiesta ha terminado? Castellanos sugiere que miremos las papeletas electorales y elijamos nuestro personaje favorito de la saga política, donde los mismos rostros de siempre siguen apareciendo, como si fueran actores de una telenovela con demasiadas temporadas y ningún giro argumental.
Como la cereza del pastel, cuando el tratado de extradición comenzó a poner nerviosos a ciertos allegados del poder, se decidió darle una jubilación anticipada. Este documento, que aún es el mayor temor de algunos ilustres hondureños, expirará el 28 de febrero, lo que nos dejará con una nueva atracción turística: Honduras, el refugio ideal para el crimen organizado.
Ya no tendremos el escándalo de un político extraditado, porque ahora el país será la alfombra roja del crimen organizado y la impunidad, concluyó Castellanos con su habitual claridad. Así que, prepárense, que la temporada del caos apenas comienza.