REDONDO SUMISO DE FAMILIA PRESIDENCIAL
La socióloga Julieta Castellanos lanzó una de sus ya clásicas verdades incómodas, esta vez contra el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, a quien acusa de haberse convertido en el más leal escudero de la familia presidencial.
Luis Redondo sabe perfectamente que, si daba la palabra, más de 70 diputados iban a votar a favor de esa moción. Pero claro, no se puede permitir semejante osadía, porque aquí el Congreso es más un club de lectura que un parlamento, ironizó Castellanos.
Para la exrectora de la UNAH, la idea de que los diputados puedan debatir libremente es un chiste de mal gusto. “Los diputados no pueden poner una moción porque el presidente del Congreso Nacional es un subordinado. Aunque haya parlamento, ¿de qué sirve si no se puede deliberar? Si no tienen los votos, solo suspenden las sesiones y regresan cuando el que tiene el poder lo decide”, comentó con sarcasmo.
Eso sí, Castellanos despejó dudas sobre un posible colapso electoral: No veo en peligro los procesos electorales, porque por ahora seguimos con el show de las urnas. Lo que sí está en peligro es la democracia: el libre pensamiento, la libertad de expresión y la posibilidad de que alguien critique sin ser linchado mediáticamente.
También se refirió a la obsesión del gobierno con el pasado: “Siguen en una competencia de quién encuentra el esqueleto más antiguo en el clóset, pero soluciones para el presente, ni una. Parece que creen que gobernar es hacer arqueología política.
Las declaraciones de Castellanos resaltan lo que ya muchos sospechan: en Honduras, el Congreso es más un espectáculo de marionetas que un verdadero espacio de debate. Y, por supuesto, el titiritero está bien identificado.