LECCIÓN DE DIPLOMACIA A HONDURAS

 

Con la paciencia de un profesor explicándole a su clase que la Tierra no es plana, el embajador de España en Honduras, Diego Nuño García, salió a aclarar que el préstamo de 70 millones de euros para la carretera La Ceiba-Trujillo no está en riesgo y que los fondos existen, aunque el proceso de aprobación sea más largo que las filas que se están haciendo en las maquilas en busca de empleo.

El diplomático también se mostró indignado con las declaraciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que sugirió que España no cumpliría con los plazos de construcción de hospitales. “El presidente del BID nos mintió, y me parece desleal porque nadie se comunicó con nosotros”, exclamó Nuño García, visiblemente afectado por tamaña traición. Al parecer, en los códigos de la diplomacia, una llamada telefónica pesa más que un acuerdo firmado.

El embajador  se tomó el tiempo para responder a los comentarios sobre la situación política en España. Al parecer, alguien insinuó que el país ibérico estaba sin gobierno, a lo que Nuño García replicó con tono pedagógico: “Nosotros tenemos un gobierno, evidentemente es un gobierno de coalición con minoría, pero es un gobierno y está gobernando. Es como si yo dijera que en Honduras no hay gobierno porque Libre no tiene mayoría en el Congreso”.

Curiosamente, el embajador aseguró que no le gusta comentar sobre asuntos internos de Honduras, pero acto seguido pidió “más rigor” al hablar de España. Eso sí, aclaró que su intención es fomentar las buenas relaciones, aunque pareciera que las desavenencias no han faltado. Recordemos que en 2023, Honduras rechazó una asistencia española de 75 millones de euros en condiciones prácticamente de regalo para construir tres hospitales en zonas postergadas, porque, al parecer, la salud pública no es una prioridad cuando hay otras promesas de campaña que cumplir. Y el gobierno mal agradecido simplemente rechazo la oferta.

En su última intervención, Nuño García reiteró que el proyecto de la carretera sigue en marcha y que “España es un país serio, nosotros no anunciamos cosas que después no vamos a cumplir”. Un mensaje que, según los expertos en diplomacia, se podría traducir como: “Tomen nota, porque al parecer algunos no pueden decir lo mismo”.

Finalmente, el embajador cerró con broche de oro asegurando que su intención no es generar distancia, pero dejando claro que si alguien va a hablar de España, mejor que lo haga con propiedad. “La cooperación española ha tenido en este país una trayectoria muy larga e intachable, y me toca salir a defender esto”, concluyó.

Al parecer, en esta historia, hay quien quiere ayudar y quien prefiere enredar, y entre diplomacia y política, la carretera sigue siendo un sueño asfaltado al menos ya se sabe que el proyecto va si Xiomara no decide denunciarlo.

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