NUEVO PAPELÓN DEL CONGRESO DE REDONDO

A Redondo hay que apuntarle una más en su ya larga lista de abusos en el Legislativo, porque durante la sesión de mitad de semana le valió chancleta e ignoró como doña despechada a su otrora correligionaria, Fátima Mena, quien al ver que el rechoncho no le paró bola, tuvo que alzar con sus manos un folder manuscrito para exigir que se revierta la denuncia del tratado de extradición, al que ya le quedan nada más unos días de vida.

Y es que la jefa del PSH, queriendo hacer uso de su pleno derecho, tenía toda la intención de presentar una moción para evitar el finiquito del tratado con los gringos, previsto para el 28 de este mes, pero desde el estrado el conserje de Libre pasó de ella, consciente de que lo que buscaba Mena era posicionar su idea, que es contraria a los intereses del familión.

“Pido la palabra. Moción de orden. Tema: mantener la vigencia de la extradición”, escribió la congresista en el folder, mientras a viva voz exigía al gato de Mel cederle la palabra para dar trámite al asunto, aunque sin éxito. Porque si algo tiene Redondo es un instinto de supervivencia bárbaro, pues bien sabe que haber cedido a las pretensiones de Mena habría significado un golpe bajo a la comandanta Castro, que fue quien denunció el tratado meses atrás.

Finalmente, pese al pataleo de la diputada, Redondo impuso su ley, que contraviene en flagrancia la ley mismísima orgánica del Congreso, como es su costumbre. Olvida él que en la vida, y sobre todo en la vida política catracha, todo vuelve como un bumerang, y cuando eso pase, a ver cuántos amigos le quedan para meter las manos al fuego por él.