ROOSEVELT DEPONE EL FUSIL

Poquito le duró a Roosevelt Hernández la actitud matonera que le agarró los últimos días, cuando anduvo intimidando y queriendo silenciar a los medios, pues a buena mañana de este jueves se comprometió, en vivo y en directo con Piquito Maldonado en HCH, a deponer el fusil y optar mejor por hacer un llamado “a la reflexión” sobre lo que considera puras “calumnias y difamación” en su contra.

Con esos términos se refirió él al hecho de que los medios le anden sacando los trapitos al sol, como si no fuera ese su cometido, citando todos ellos a fuentes anónimas por el comprensible temor de éstas a dar la cara y exponerse; fuentes por las que el perrito faldero del Ejecutivo exigió a una docena de medios que las revelaran, cuando hasta la Constitución los faculta a no hacerlo.

Pero bueno, la cosa es que el hombre dijo que relajará el nance y mejor llevará la fiesta en paz, sobre todo durante el actual proceso preelectoral en el que pese a fungir como un activista más del oficialismo, se prometió a garantizar “un proceso elecciones limpias, transparentes y confiables”, aunque sin explicar cómo sobrellevará el hecho de que su jefa inmediata sea además una de las contendientes en las urnas.

“Soy un hombre de palabra”, le dijo a Piquito, antes de poner e invitar a poner las barbas en remojo a esos medios a los que hasta llegó a clavar una querella por el constitucional hecho de cumplir su rol de informar, pidiéndoles “que cuando se de una noticia se verifique”, aunque él, en su condición de jefe del Ejército, tampoco es que haga demasiado por someterse al mandato de la Constitución y no de sus valedores en Casa Presidencial.

Se comprometió además Roosevelt a “jamás” utilizar el poder que tiene, aunque solo sea temporal, “a intimidar a un periodista”, cosa que de momento no ha hecho por mucho que se crea él un férreo defensor del imperio de la ley: “Uno debe tener no un pensamiento dependiente, porque se vuelve títere, ni independiente porque se cree supremo, sino un pensamiento autónomo y dirigido por la Constitución de la República”.

En fin, que a ver cuánto le dura la promesa hecha, pues ya se sabe que a todo activista los ánimos se le caldean más de la cuenta en tiempos de campaña; más aún en su caso, pues sabe que de no renovar sus patrones su mandato cuatro años más, su futuro como recadero de la refundación disfrazado de jefe castrense podría no tener un final feliz para él.

Share via
Copy link