FIESTA DE SUYAPA, ESPERANZA EN UN PAÍS DADO VUELTA
Feligresía católica celebra con fe y devoción a la Virgen de Suyapa en su 278 aniversario, aunque el país esta dado vuelta la población guarda la esperanza y piden con fervor a la virgen por un mejor país.
Hay que pedirle a Dios y a la Virgen de Suyapa para que ablande los corazones de los políticos y trabajen por el país y no para sus bolsillos.
Los hondureños llegan con gran fe a pagar las promesas o romerías como les gusta decir. Muchos milagros me han hecho la virgen dijo doña María quien dijo que pernocto en la Basílica toda la noche.
La Basílica Menor de Suyapa se viste de fiesta con la llegada de peregrinos provenientes de todos los rincones del país y del extranjero. La fe y la devoción son los lazos que unen a los corazones que laten al unísono en esta celebración de amor y gratitud.
Mientras tanto, los políticos y las grandes poporoilas también aprovechan para pomponearse el pecho y tomarse su fotografía haciendo el parapeto de que tienen fe… Pero bueno haya ellos y su conciencia.
También hay vendedores ambulantes que hacen su agosto en febrero, ofreciendo desde rosarios milagrosos hasta estampitas con garantía de protección celestial y, por supuesto, los infaltables elotes locos y pupusas, horchata y algodones de azúcar y sin faltar las baleadas, porque hasta en la devoción hay que alimentar el cuerpo.
“La Virgencita nunca nos falla, siempre está con nosotros”, expresan los devotos con lágrimas en los ojos y esperanza en el alma.
Muchas madrecitas también aprovecharon a pedir a la virgen para que aplaque a Donal Trump y no les vaya a deportar a sus muchachitos que sudan la gota gorda allá en los yunais para mandarles los dolaritos que aquí convierten en desplumados y con eso se mantienen.
Mientras tanto, las redes sociales se inundan de selfies y transmisiones en vivo desde la basílica, porque la fe en tiempos modernos también debe quedar documentada.
La Virgen de Suyapa está de fiesta, y ello es una gran alegría para un pueblo que ya casi pierde hasta la esperanza.