CARLOS EDUARDO REINA, SOCIALISMO ROLEX

Divertido fue ver en 30/30 cómo a Carlos Eduardo Reina le desbarataban el relato pseudo socialista con que se pavonea de aquí para allá, con el certero riflazo que le profirió la diputada cachureca, Francis Argeñal, que hizo notar la incoherencia del líder refundidor, que se jacta de estar al lado de las clases trabajadoras mientras de su mano cuelga un Rolex de relumbrón.

En medio del debate y ante el espasmo de Edgardo Melgar, moderador eterno de ese programa, le reconoció ella que eso de “ser socialista de esa manera y hablar pomponeándose el pecho en pro de los más necesitados, es bonito”, pues no hay muestra más clara del distanciamiento entre los líderes actuales y sus bases que el modo en que actúan, contraviniendo sus propias palabras.

El sablazo, que a tenor de sus gestos agarró descolocado al receptor, nada más dio opción a que este último respondiera mareando la perdiz, diciendo que “el desconocimiento de lo que uno piensa no es por la clase que uno tiene, la condición económica o lo que tenga o no, sino por convicción”, una respuesta bastante conveniente cuando se puede uno dar el lujo de aflojar varios miles de pesos por una “wacha” como la que porta en su diestra.

Pero es Carlos Eduardo solamente uno más que se contradice, pues entre sus correligionarios hay varios que mientras dicen pertenecer al proletariado lucen las marcas más representativas del imperio, con la salvedad de que dieron ellos ese salto social de la noche a la mañana, mientras el primero casi que nació en cuna de oro.

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