¡APARECEN MÁS “FANTASMAS” QUE COBRAN PLANILLA!
Al final no solo eran los 43 que denunció Carla Paredes la semana pasada, sino un total de 678 los empleados “fantasmas” que engrosan las planillas del Hospital Escuela, quienes al ver el cagadal que se les venía encima volaron a borrar todo rastro de sus registros en el sistema, sin contar con que de todos modos el alma máter los podría recuperar.
Así lo reveló la UNAH en un informe que publicó este martes, luego de revisar días atrás el sistema tras la denuncia de la ministra de Salud, dándose cuenta de que la cosa estaba más peluda de lo que inicialmente se pensó, pues del total de 13,890 registros que tienen, 678 habían sido borrados cuando todo salió a la luz.
Miguel Osorio, el portavoz del hospital, dijo sin embargo que el mandraque data de hace 10 años, finalizando en 2024, cuando la administración del centro asistencial volvió a manos de la Sesal tras recibirla del alma máter, que era la que repartía ahí el queso. “La auditoría conlleva la aplicación de una metodología de fiscalización con el propósito de documentar la presencia de presuntos actos irregulares y de fraude”, dijo.
Aun así, no tardaron algunos en salir a querer ponerle hielo al asunto, aduciendo que a lo mejor la cifra es así de alta porque no ha sido depurada como Dios manda, pues según él es posible que ahí haya gente que labora en otro lado pero que de igual modo aparece en la planilla del Hospital, o gente que puede estar de permiso; de tal modo que habría que revisar con más detenimiento el asunto.
Así lo cree Mauricio Corrales, patrón del sindicato, quien reconoció saber “que hay trabajadores que están en la estructura del Hospital Escuela, pero que no laboran en el hospital”, y como la ministra no ha revelado ningún nombre en concreto, “como sindicato esperamos saber quiénes son y ver si estas personas no están laborando en otra institución de salud, porque así se ha acostumbrado”.
Sea cual sea la verdad verdadera, el problema está ahí y no es pequeñito, por lo que más vale tanto a la Sesal como a la UNAH andar ojo al Cristo si no quieren que se les vaya ninguna chancha sin mazorca, como es la costumbre con casos así; de tal modo que la oportunidad está ahí, rebotando en el aire, para que el Ministerio Público actúe en consecuencia, independientemente de si hay en ello tintes políticos o no, como ya les gustaría.