CONGRESO SIGUE SIENDO UN DESPOTISMO

Como si no hubiesen sido suficientes todos los meses que en el Congreso se la han pasado de pelazón, el mandadero vip de Mel, Luis Redondo Guifarro, suspendió las sesiones en el hemiciclo hasta próximo aviso, debido a los “trabajos de remodelación” que dizque aún están pendientes por hacer en la cámara legislativa.

Sí, tal y como lo lee; esa fue la paja con que salió, cuando se suponía que las sesiones se retomarían este martes tras el parón navideño, con vistas a solventar los asuntos pendientes que se amontonan en los archiveros, entre ellos la discusión y aprobación del presupuesto refundacional de la República. Casi nada.

Pero es tan cara dura y cobarde el rechoncho, que ni siquiera fue capaz de dar la noticia por su cuenta, si no que mandó a David Reyes, el gerente administrativo de ese poder del Estado, a que pusiera la cara ante los medios, a los que les explicó todo en una conferencia de prensa.

Ahí, el mandadero del mandadero reveló los pormenores de las supuestas obras de remodelación, que según él se realizarán ahora debido a los contratiempos habidos tiempo atrás. “Hemos tenido atrasos en la logística; la empresa naviera tuvo un atraso de cuatro días”, justificó.

Atrasos que según él vuelven “imposible” que el cuchitril esté listo en tiempo y forma, ya que “no tiene las condiciones ambientales porque se han cambiado las alfombras de paredes, las del piso, el sistema eléctrico y de iluminación”. Cómo no, chon.

Una casaca en toda regla, dicha por David pero dictada por Redondo, y atrás de él por Mel; porque la mera verdad del asunto es que siguen sin lograr los consensos necesarios que destraben la situación, ya que la oposición se les paró en treinta para no apañarles las mañosadas.

Y todo ello ocurre, no hay que olvidar, cuando apenas restan cinco días para que, según la ley, se instale la cuarta y última legislatura con el ilegal señor del bombo al frente del circo. ¡Qué pecado estaremos pagando, por Dios santo!

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