HONDURAS Y SU DEUDA: CRÓNICA COMO UNA TARJETA DE CRÉDITO SIN LÍMITE
Honduras se prepara para enfrentar los mayores vencimientos de deuda pública entre 2025 y 2030, porque ¿qué mejor momento para acumular deudas que ahora? Según los números preliminares de la Secretaría de Finanzas (Sefin), el país tendrá que desembolsar 7,650 millones de dólares en solo seis años, algo así como pagar el saldo mínimo de una tarjeta, pero con cifras que marean.
La deuda interna se lleva la corona con 4.077 millones de dólares, mientras que la externa no se queda atrás con 3.573 millones. Si Honduras fuera un estudiante universitario, estaríamos en esa etapa de “¿y si vendo un riñón?” para cuadrar las cuentas.
Un presupuesto que pide auxiliar
En 2024, el pago de la deuda pública alcanzó la modesta cifra de 59.181,7 millones de lempiras, lo que lo convierte en la tercera mayor prioridad presupuestaria, después de los salarios y las transferencias/donaciones. Claro, ¿quién necesita inversiones en infraestructura o educación cuando puedes destinar casi el 16.33% del presupuesto a saldar cuentas con acreedores?
Y si eso no es suficiente para impresionar, para 2025 ya se tiene previsto asignar 67,319.5 millones de lempiras al pago de deudas. Mientras tanto, el saldo total de la deuda pública al tercer trimestre de 2024 ascendió a la módica cifra de 16.468,1 millones de dólares. Una ganga
El arte del “reperfilamiento”
Por supuesto, las autoridades de Sefin y el Banco Central de Honduras (BCH) no se quedan de brazos cruzados. Han anunciado un análisis técnico para “reperfilar” la deuda. ¿Qué significa eso? Básicamente, es el equivalente financiero de mover las fechas de pago de las facturas y pedir al cobrador que “hablemos con calma”.