REVIVIR FANTASMAS PARA AFERRARSE AL PODER

En su afán de aferrarse a la teta como buenamente puede, el gobierno de la refundición nacional parece haber optado por dar un giro a su estrategia en vista de la desmovilización en la que parecen haber caído sus simpatizantes pega afiches, a razón de los sucesivos macaneos en que se ha visto envuelto el oficialismo; y ese giro apunta, indisimuladamente, a revivir fantasmas.

Esa es, sin duda, la lectura que deja el enchachamiento y posterior metida al mamo de Romeo Vásquez, figura destacada del golpe del 2009 contra un Mel Zelaya que ahora, como presidente de facto, pero disfrazado de asesor, está en plan venganza, pues vio en ello la oportunidad de sacar del letargo a su militancia.

Y es que semana tras semana ha venido el oficialismo refundidor encajando ganchos al hígado desde distintos frentes; primero, desde el exterior, cuando la revista InSight Crime sacó a pasear el narcovideo de Carlón y la consecuente renuncia y “desaparición” del cuñado presidencial, al que las imágenes delataron negociando él con la cúpula de aquel entonces una financiación para la campaña de la refundación en 2013.

El segundo revés fue consecuencia del primero, pues la respuesta de la refundación a través de su comandanta Xiomara Castro fue anunciar la terminación del tratado de extradición con los gringos, aduciendo que la intención verdadera tras la revelación del video era la de bajárselos de la guayaba dándoles otro golpe de Estado. ¡Habrase visto tal descaro!

Y el tercer sopapo les vino también desde fuera, concretamente desde el imperio, donde el Departamento de Estado incluyó a la magistrada Sonia Marlina y a Pamela Blanco, mujeres de Quique Flores Lanza y Tomás Vaquero respectivamente, por supuestamente maniobrar ambas en detrimento de la ya maltrecha democracia catracha, lo que les valió para ser incluidas en la penosamente célebre Lista Engel.

Hablamos de tres duros reveses que, en mayor o menor medida, socavaron casi por completo esa aura impoluta que gustan presumir desde el Ejecutivo, lo que consecuentemente hizo que buena parte de sus simpatizantes echaran el culo al charral, decantando sus simpatías hacia otros bandos y forzando al gobierno refundidor a contraatacar.

Y ese contrataque llegó, como decíamos, vía denuncia del tratado de extradición primero, vía amenaza con echar a los gringos de Palmerola después, y vía encarcelamiento de Romeo finalmente, rompiendo ellos con esto último el pacto de caballeros, o de impunidad, decretado por las partes involucradas durante el proceso pajizo de reconciliación post golpe.

Pero aun así y con su militancia aún desmotivada eventualmente tras las internas, debido a que la precandidata Rixi Ramona tiene menos gracia que una partida de ajedrez por radio, sabe la refundación que necesitará hacer más para reencausar a sus adeptos, y qué mejor que hacerlo echándole el ojo a otro personaje clave de la ruptura constitucional en 2009.

Ahí es donde según las malas lenguas podría entrar en la ecuación Micheletti, por su interinato aquel año. Y es que su hipotético enchachamiento sería, quizás sí, el catalizador definitivo para que las resentidas bases de la refundición nacional den el brinco desde el sofá y se abalancen sobre las urnas en noviembre, momento clave en el que Rixi necesitará todo tipo de milagros para contrarrestar su poco pegue.

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