OTRA VEZ AL FINAL DE LA COLA
Convenientemente desapercibido ha pasado el último informe del BID, donde el servicio civil catracho aparece último en la fila a nivel latinoamericano, siendo uno de los de menor desarrollo; o sea, que anda para los perros.
Estamos hablando de un informe que hace un diagnóstico institucional del servicio que presta cada uno de los 19 gobiernos evaluados en la región respecto a los desafíos que estos tienen ante sí, y en los que Honduras apenas sacó 15 puntitos de 100. ¡Otro logro más de la refundación!
Imagínese usted lo por la veinte que andamos, que hay países como Haití (27/100) que están menos hechos leña, pese a que llevan sin presidente hace más de tres años; eso sin hablar de los vecinos guanacos, que están en 35 de 100; y los ticos, que sacaron nota de 57.
Para encontrar una explicación del descalabro hay que remontarse al año 2012, pues desde entonces el país solo ha mejorado tres puntitos pichicatos, lo que refleja la falta de modernización y un estancamiento en la profesionalización de sus burócratas.
Aunque tampoco hace falta que lo diga un informe para saber las deficiencias al respecto, que son ya endémicas, porque en el aparato estatal lo que ha predominado es el clientelismo, la corrupción y la politización de los burócratas.
Y es que el estudio del BID analizó básicamente cinco indicadores: la eficiencia, meritocracia, consistencia estructural, capacidad funcional y capacidad integradora, y en todos ellos andamos más perdidos que un sordo en un dictado.