LIBRE, ENTRE GOLPES DE PROPAGANDA Y RECETAS DE CRISIS
Como siempre Gabriela Castellanos, poniendo el dedo en la llaga, la titular del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), ha soltado una bomba de verdades agridulces. Según Castellanos, el gobierno del partido Libertad y Refundación (LIBRE) parece haberse convertido en un laboratorio de crisis donde las recetas solo agravan el malestar del pueblo.
“Un gobierno que receta crisis terminará sin remedio”, sentenció Castellanos, quizás insinuando que las estrategias de propaganda oficialista —como los temas de Palmerola y Romeo Vásquez Velásquez— son solo calmantes para un paciente llamado Honduras, que sufre de corrupción crónica. Mientras tanto, el incremento a la cotización del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) se perfila como una estafa para el pobre pueblo. ¡Un “golpe” directo al bolsillo de los trabajadores, cortesía de quienes juraron defenderlos!
Castellanos, al mejor estilo de una declaración de alto voltaje, afirmó que “la democracia no florece en un ambiente donde los delincuentes políticos nacen por decreto”. ¿Habrá sido una indirecta para ciertos personajes que, de herencia en herencia, parecen confundir el gobierno con un legado familiar? Al parecer, las elecciones se han convertido más en un trámite que en un compromiso real con la democracia.
Con esta crítica, Castellanos lanza un llamado a replantear el rumbo del país. ¿Seguirá el gobierno recetando crisis o aprenderá a preparar soluciones reales? La trama sigue abierta y, por ahora, los espectadores no pueden más que esperar el próximo episodio de este drama político de larga duración, que ya los hondureños sufren porque no llega a su final.