CANCILLER NINGUNEA FACULTADES DEL CONGRESO
Salió diciendo el canciller, Enrique Reina, que el día que el gobierno refundidor quiera echar a los gringos de Palmerola lo hará sin anda pidiéndole permiso a nadie, ni siquiera al Congreso, ya que es esa una decisión que puede tomar directamente la comandanta Xiomara Castro porque dizque así lo permite doña Constitución.
Se hizo así eco el activista de Libre de lo expresado horas atrás por algunos opositores como el colorado Jorge Cálix o el cachureco Tomy Zambrano, que quitaron hierro a la amenaza de la presidenta aduciendo que expulsar al tío Sam de la base Soto Cano es una decisión que se debe tomar en el Congreso, pues fue ahí donde se aprobó el convenio en 1982.
Sin embargo, según Reina, “la Constitución dice que en ciertos casos los tratados pasen al Congreso, pero en ciertos casos ya para la denuncia, la mayoría no tienen que ir al Congreso”; declaraciones que se asemejan más a los malabares de cualquier equilibrista con tal de no caerse de la cuerda.
Y es que aun sabiendo ellos que la cuerda es inestable, no vacilan a la hora de zangolotearla para forzar su propia caída, la cual seguramente no han medido a razón de lo nublada que tienen la mente por el resentimiento con que gobiernan, ya que no se puede esperar a cambio una reacción tibia por parte del imperio, mucho menos con Trump a la cabeza.