POLÍTICOS PRIMEROS LLAMADOS A CAMBIAR EN NAVIDAD
El padre Carlos Rubio, conocido por sus discursos llenos de fe y con una pizca de regaño paternal, no dejó pasar la oportunidad de enviar un contundente mensaje a los políticos y al pueblo hondureño en esta temporada navideña. Entre referencias al Redentor, pesebres y corazones cerrados, dejó claro que el problema del país no es la falta de fe, sino la abundancia de ambición y corrupción.
“Si las cosas se están haciendo mal, ¡todavía hay tiempo para cambiar!”, exclamó Rubio, en un tono que hacía pensar si estaba hablando de política o de las compras de último momento en Navidad. Según el sacerdote, la Navidad es el momento perfecto para que cada corazón se convierta en un pesebre, donde el Redentor pueda llegar a enriquecerlos, pero no con dinero —por supuesto—, sino con amor y gracia.
En un giro más terrenal, Rubio apuntó sus palabras hacia los políticos, recordándoles que el poder no es un regalo divino para el enriquecimiento personal, sino una responsabilidad para servir. “El que anda por el mal va mal y terminará mal”, sentenció, dejando en el aire la pregunta de cuántos políticos ya tienen reservado su boleto a ese final anunciado.
El clérigo, con el espíritu solidario de un Santa Claus espiritual, instó a los hondureños a abrirse al perdón, la reconciliación y, por qué no, a dejar a un lado la ambición. “Dios lo es todo, y cuando Dios lo es todo, todo viene por añadidura”, aseguró, aunque se rumora que esa añadidura no incluye obras públicas ni justicia social inmediata.