REDONDO ECHÓ LA PANZA AL CHARRAL

No le quedó de otra al Redondo del Congreso que cancelar la sesión que maliciosamente había convocado para este lunes, en la que esperaban él y sus amos convencer a la oposición acerca de las bondades que según ellos tiene amentarle 500 millones de pesos a la partida presupuestaria de la Secretaría de Planificación y Estrategia que dirige Vaca Salgado para que con ese pisto ensalce él las supuestas virtudes y le lave la cara al oficialismo y por ende a la precandidata Rixi.

Solo en su cabeza de chorlito existía la posibilidad de que en la víspera de la Noche Buena iba a ser capaz de convencer a los opositores, contra los que ha despotricado sistemáticamente durante el año cada vez que le han llevado la contraria por sus bravuconadas, y a los que acusó de chantajistas solo por negarse a aprobar sus despropósitos en la cámara legislativa.

Necesitó Redondo de 2,668 caracteres en X para exponer su visión alterada de las cosas, asegurando que no se va a “someter a la extorsión” de negociar el presupuestón por “intereses políticos”, por lo cual condena la “manipulación y la irresponsabilidad del bipartidismo” que es, según dijo, el culpable de todos los males provocados por él mismo en el Congreso.

Según él, la negativa tanto de colorados como de cachurecos para aprobarle y apañarle las mandracadas dizque se podrían traducir en un riesgo inminente de no poder pagar los sueldos a burócratas y maestros, ni poder hacer las transferencias a las municipalidades y la consecuente ralentización de los proyectos ejecutados por el gobierno refundidor, “dejando a los más vulnerables desprotegidos sin los aumentos de inversión social”; es decir, el Apocalipsis.

Un Apocalipsis, eso sí, adulterado, porque expone él solo una parte del problema, que es la que le conviene, porque en el supuesto caso de que se salga con la suya y le aprueben el presupuesto, estaría condenando a la catrachada a tragarse una propaganda refundacional que saldría hasta en la sopa, con una Vaca Salgado ejecutando a la perfección, y con presupuesto ilimitado, una copia barata y tercermundista del plan del nazi Goebbels: “Miente, miente, que algo quedará.”

En fin, la cosa es que no habrá sesión prenavideña porque el rechoncho terminará el año como lo empezó: siendo incapaz de lograr consensos para desencallar los temas pendientes en el Congreso. “Se estará anunciando próximamente la convocatoria a sesiones” dijo, por lo que el tema central de la agenda se mantendrá en suspenso hasta que a él le ronque la santa y regalada panza.

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