HONDURAS Y CHINA SIGUEN EN LUNA DE MIEL DIPLOMÁTICA

En un evento cargado de sonrisas protocolares y promesas de prosperidad, Honduras y China intercambiaron notas diplomáticas este viernes para finalizar el estudio de factibilidad de un centro de convenciones y un parque infantil. La presidenta Xiomara Castro, conocida por sus giros inesperados en política exterior, lideró el acto flanqueado por el canciller Enrique Reina.

Hace más de un año desde que fortalecimos los lazos con China, hemos logrado avances significativos. Agradecemos su solidaridad en momentos difíciles como el incendio en Roatán y las inundaciones de la tormenta Sara. ¡Seguimos construyendo una relación histórica! dijo la mandataria.

El embajador Yu Bo, siempre elocuente, calificó este intercambio como un “proyecto de gran importancia”, aunque probablemente dejó más de uno preguntándose si un parque infantil y un centro de convenciones subterráneo son la punta de lanza del desarrollo nacional. Eso sí, dejó claro que las relaciones entre ambas naciones van viento en popa.

Yu Bo también recordó que la idea del proyecto fue nada menos que una sugerencia de la presidenta Castro, quien, entre discursos en la ONU y polémicas internas, parece haber encontrado tiempo para proponer parques y teatros al estilo chino. No solo eso, el diplomático aseguró que un equipo de trabajo chino aterrizará en Honduras “a la mayor brevedad” para realizar estudios de campo. En lenguaje burocrático, eso podría significar mañana… o dentro de unos meses.

Por su parte, Warren Ochoa no se quedó atrás y describió el centro de convenciones como una obra maestra de sostenibilidad. Un diseño subterráneo que, según él, preservará el medio ambiente y será “un lugar de encuentro para los capitalinos”. Cultura y esparcimiento como un complejo subterráneo rodeado de tráfico capitalino.

El canciller Reina, siempre optimista, no perdió la oportunidad de resaltar los logros de esta relación naciente, incluyendo la ampliación de escuelas agrícolas y un comercio que, según él, se ha multiplicado cien veces. Aunque, si preguntan a los exportadores de café, y en particular a los de camarones  tal vez encuentren que las matemáticas del canciller son un poco optimistas.

Finalmente, en un gesto de generosidad digno de un reality show diplomático, China donó 10 millones de lempiras para los estudios de factibilidad del proyecto. No está claro si eso incluye los pasajes del equipo de trabajo, pero al menos cubrirá unas cuantas reuniones y cafés para discutir lo sostenible que será el parque infantil.

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