GRINGOS LOS HARÁN RECULAR CON LA EXTRADICIÓN

Si lo que dice el analista Raúl Pineda da en el clavo, entonces se entenderá mejor que tanto Rixi Ramona como el canciller Enrique Reina anden ahora diciendo que están anuentes a reanudar el tratado de extradición con los gringos, pero no ahora sino hasta 2026, porque tampoco es que hay demasiada prisa. Un giro de tuerca que Pineda atribuye a las presiones del Tío Sam.

Todo habría empezado, según él, cuando Ramona tomó contacto por vez primera con el Comando Sur, actuando ella en su condición de ministra. Ahí mismo, según Pineda, “les pusieron las cosas claras”: o retroceden con la denuncia del tratado o la ira del imperio caerá sobre el gobierno refundidor. Tanto así que el hombre considera que el asunto “está por arreglarse”.

Aunque de todos modos puede resultarles tarde para sus fines electorales, pues ya la gente los guachó por dónde van y “no votarán con el fervor de antes por un partido que poco se diferencia de lo que ellos tanto criticaron”, refiriéndose a las internas de marzo primero, y a las generales de noviembre como colofón final.

Un colofón que podría significar un duro batacazo en las urnas, que no necesariamente significará la entrega voluntaria del poder, como correspondería por ley y por lógica, ya que cree Raúl que, si el partido refundidor sale arrastrado en los comicios, “va a alegar fraude” con tal de mantenerse mamando la guayaba.

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