MIDENCE RECONOCE QUE FUE CAPO, PERO NO ASESINO

Comenzó la semana con todo en la Corte neoyorquina, donde Midence Oquelí, sabiendo que se está jugando el pellejo, no anduvo con pajas para declararse culpable de los cargos por narcotráfico que la fiscalía le quiere clavar encima, sabiendo que los gringos valoran mucho ese tipo de gestos, sobre todo cuando van acompañados de revelaciones que embarran a otros personajes.

Pero solo fue eso, porque ahí mismo negó haber matado, secuestrado y torturado, tal y como afirmó su primo Devis Leonel, el cachiro, que compareció antes que él en la audiencia de presentación de pruebas de un juicio que tiene a muchos defecando ralo en Honduras, dados los estrechos vínculos que sostuvieron con Midence en sus años mozos.

Un Midence que a través de su abogada defensora contradijo todo el testimonio previo dicho por el cachiro, pues ya se sabe que ante la justicia gringa los pajaritos enjaulados muchas veces suelen cantar más de la cuenta con tal de que les den más masita y beneficiarse así con una reducción considerable de sus años de condena.

En la audiencia, la segunda desde la semana pasada no hubo menciones especiales ni honoríficas para los tradicionales partidos catrachos ni para algunos de sus personajes más siniestros, pues esos quedaron expuestos en la primera sesión del pasado viernes, cuando Devis Leonel reconoció haberles mojado la mano a unos cuantos políticos, de todos los colores, mientras su imperio estuvo en apogeo.

Y a falta de que se confirme que Midence intervendrá una vez más, toda la expectación estará sobre sus hombros, pues no son pocos los que en las Honduras mantienen viva su esperanza de que el exdiputado colorado queme a unos cuantos personajes, pues, al fin y al cabo, cuando llegó a ser quien fue, debió rodearse de muchos de ellos para llegar hasta donde llegó, o hasta donde le permitieron llegar.

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