NASRALLA REPASA A REDONDO, POR BOCÓN

No supo ni dónde meter la panza Luis Redondo con el vendaval que le desató Nasralla, a quien el finde había tildado de “cobarde y traidor” por haberse desligado del gobierno refundidor del cual era designado; y es que, para el precandidato colorado, las palabras de un personaje de poca monta como el gato de Mel lo tienen sin cuidado, por tratarse, según dijo, de las palabras de un violador de mujeres además de padre irresponsable.

“Si una persona importante, que no anduviera violando mujeres o que no tuviera hijos desperdigados lo dijera, me importaría, pero a Luis yo le tengo mucho cariño” respondió con sarcasmo al diputado, que acabó convirtiéndose en monstruo desde que él mismo lo sacara del anonimato para convertirlo, primero, en jefe del bombo, y posteriormente, en diputado con el PAC.

Y es que, para el señor de la tele, Redondo jamás podría ser objeto de su ira, ya que las anécdotas vividas juntos le impiden ensañarse con alguien que ahora actúa nada más por los “intereses económicos de alguien que nunca tuvo poder ni fama”, y que solo busca asegurar su chambita fingiendo lealdad a sus nuevos amos. “Hasta le salvé la vida. Lo tenían secuestrado unos mareros, pero felizmente andaba (Redondo) una foto conmigo. Cuando los mareros vieron la foto, lo soltaron”, recordó.

La contestación del precandidato, expuesta con total maestría contra un tipo de la calaña de Redondo, no solo refleja la inexistente relación entre ambos, sino el desprecio que ahora siente el precandidato presidencial por el conserje de Mel en el Congreso, cuya imagen “está en el suelo” y cuyas aspiraciones de convertirse en diputado por Cortés están bastante lejanas, pues según él, “en San Pedro Sula no va a sacar ni un voto, ni en Cortés”.

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