NASRALLA NO QUIERE QUEDAR AMARRADO

Tan seguro está Nasralla de que será él quien se la mame en las internas de marzo, que fue el único precandidato colorado en negarse a firmar el pacto de no agresión en la misa de cuerpo presente celebrada en la casa de un emblemático personaje del partido en la capirucha; un pacto que básicamente lo que busca es evitar que a los que les salga guaya en las urnas anden después incendiando la imagen del partido con sus lloretas.

Quizás cree el señor de la tele, así como es de paranoico, que lo que buscan es asegurarse su silencio en el hipotético caso de que le hagan ponga en las urnas, pues su ego le impide ver más allá de su ombligo, ya que lo que está en juego no es su inflada autoestima, sino el futuro mismo de la democracia y el Estado de derecho.

Aunque a lo mejor no toda la culpa sea suya, pues como que la que más se embrecó con la propuesta fue su mujer Iroshka, quien puso mil peros para evitar que su mariachi estampase su rúbrica, lo que le hubiese supuesto amarrarse la lengua, que ya se sabe que muchas veces es más veloz que su propio razonamiento.

Lástima no haber quién le sacuda los piojos al showman de los deportes, y le haga entender que la necesidad de sumar en vez de dividir es de capital importancia en estos tiempos, y obedece en buena parte al poder que él contribuyó a conceder a quienes ahora gobiernan, cuando motivado por sus bravuconadas y su desesperación se alió con ellos allá por 2021, buscando ingenuamente para el país un remedio que al final acabó siendo su veneno.