RAMIRO MUÑOZ Y SUS CINCO ESTRELLAS
El Congreso Nacional de Honduras, en una sesión nocturna de las que ya se han vuelto tradición, aprobó este martes los ascensos al grado inmediato superior de los oficiales de las Fuerzas Armadas.
Entre los más destacados, el jefe del sistema penitenciario, Ramiro Fernando Muñoz, ahora puede presumir de ser general. Porque si algo estaba claro, era que dirigir cárceles es un entrenamiento ideal para liderar tropas.
Los ascensos, efectivos a partir de este miércoles 11 de diciembre, serán oficializados en una gala que promete ser un desfile de uniformes, medallas y tal vez alguna que otra omisión estratégica sobre hojas de vida.
El diputado Ramón Barrios justificó los ascensos afirmando que no existe ninguna denuncia ante la Fiscalía contra los oficiales, a diferencia de los escándalos que en su momento sacudieron a la Policía Nacional. “El principio de inocencia es nuestra guía”, dijo Barrios, al parecer olvidando que el principio de transparencia también tiene algo de relevancia en estos asuntos.
Por otro lado, la diputada Fátima Mena expresó su descontento, lamentando que los ascensos se aprobaran sin siquiera rendir un dictamen tras las denuncias hechas por la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva. “Esperábamos un dictamen, pero lo que tuvimos fue una dispensa de debate”, reclamó Mena, dejando entrever que, en este Congreso, lo único que se debate es la duración del café en las sesiones.
Mientras tanto, los críticos señalan que el ejército podría estar acumulando más estrellas que una agencia de turismo, pero sin garantía de destinos tranquilos. Entre las felicitaciones oficiales y las críticas de los opositores, los ascensos siguen adelante, porque, en Honduras, el cielo no es el límite: siempre hay espacio para una estrella más.