PRECARIEDAD DEMOCRÁTICA E INSTITUCIONAL AL DESCUBIERTO
El más reciente informe de una vaina llamada Observatorio Ciudadano de Corrupción (OCC) expuso algo que todo mundo ya sabía pero que siempre viene bien recordarlo: en la refundida Honduras lo de la independencia de poderes es puro cuento chino y la lucha contra la corrupción, si es que alguna vez existió, definitivamente se ha estancado.
Juan Carlos Aguilar, director de Democracia y Transparencia de la ASJ, una de las 150 organizaciones que conforman la OCC, fue el encargado de presentar los resultados del informe, que refleja con pelos y señales la precariedad de la institucionalidad y el juego sucio que impera en el día a día de la sociedad y el gobierno catrachos.
Con un promedio de cumplimiento de 1 en el fortalecimiento de la gobernabilidad de modo democrático, el informe hace ver la necesidad urgente de ponerse las pilas aplicando medidas que no solo sean paja, sino que mejoren la transparencia y la justicia.
Y todo ello se da pese a que los portales de transparencia y los mecanismos de control, que al final solo resultan en paja, pues el informe también señala que la falta de pisto y capacidad sancionatoria de las instituciones de transparencia es lo que ha limitado la efectividad a la hora de aplicar la ley.
Detalla además el documento lo importante que es contar con un Poder Judicial verdaderamente independiente, sugiriendo implementar reformas legales que fortalezcan esa vaina para garantizar que todo fluya como se supone que debería fluir, pues una justicia robusta es el punto de partida de muchas cosas.