CINISMO EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN

Dijo Luis Redondo Guifarro que ni él ni su Congreso conocen qué es eso que la gente llama corrupción, pues jamás en la vida ninguno de ellos ha roto un plato y mucho menos se ha hueveado un solo peso, ya que todos ellos sin excepción han ofrendado sus vidas al trabajo.

Y lo dijo además sin reírse, lo cual ya es un mérito en sí mismo, pues hay que tener las agallas bien puestas para afirmar tal cosa delante de los medios de comunicación cuando sabes que estás puesto en el cargo de manera ilegal, habiéndose pasado las leyes por el acueducto.

“No, no hay corrupción. Había corrupción en los últimos 12 años y 7 meses que dirigió el Partido Nacional”, respondió cuando le preguntaron por el tema, evadiendo de forma magistral los señalamientos recibidos por despilfarrar el billete de las arcas legislativas mediante ese parto al que han mal llamado “subvenciones”.

Porque según él, nada de malo tiene entregar todo ese pisto sin exigir a nadie que rinda cuentas de nada, pese a que no estamos hablando de tres pesos sino de más o menos 314 millones que ha repartido él a la garduña desde que Mel lo impuso en el cargo de titular en ese poder del Estado.

Eso lo obliga a defenderse como gato panza arriba cada vez que lo topan con las críticas, como por ejemplo las que le hace el CNA, ente al que tilda de “político partidario” solo porque no le siguen la cuerda con sus mandracadas, como si es que estuviesen ellos obligados a hacer su voluntad.

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