INTERESES BANCARIOS UN ESTIRA Y ENCOGE
¡Los bancos juegan a la estira y encoge y los hondureños seguimos apretando el cincho!
El ajuste a la Tasa de Política Monetaria (TPM) ha demostrado ser el equivalente financiero de un resfriado: lento, molesto y con efectos secundarios que afectan hasta al último rincón del bolsillo hondureño. Las cifras de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) confirman que este año la colocación de préstamos se mueve como un caracol, alcanzando apenas 644,908 millones de lempiras en octubre.
¿La gran hazaña? Una diferencia de L7,339.6 millones con septiembre. ¡Ah, pero qué triunfo! Aunque, si lo comparamos con 2023, parece que la fiesta crediticia ha terminado: L1,378 millones menos, o lo que podríamos llamar un 15.80% de “austeridad forzada”.
Las 15 instituciones bancarias, junto con su club de seguros, financieras y OPDFs, reparten créditos para 20 sectores económicos. Pero, claro, los favoritos de siempre se llevan el pastel: propiedad raíz, consumo y comercio. ¿Qué significa esto? Que, si estás soñando con comprar una casa o reparar la que ya tienes, quizás sea hora de reconsiderar y convertir ese sueño en una cabaña de madera… o en un meme sobre la inflación.
El año pasado, las cifras bailaban con más alegría: 557,376 millones de lempiras en octubre de 2023, con un salto de L8,717.6 millones respecto a septiembre. Pero este año, los bancos han cambiado de estrategia: menos préstamos y más caras largas para los clientes que todavía osan soñar con financiamiento.
Mientras tanto, los sectores más afectados son, como siempre, los que están fuera de los 20 privilegiados. Y los hondureños, atrapados entre una tasa de interés que escala como un alpinista y una economía que se arrastra como un caracol, seguimos preguntándonos: ¿cuándo llegará ese prometido “despegue económico”?