MÁS BILLETILLO FRESCO, MÁS DEUDA
El Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) ha decidido echarle una mano —o, mejor dicho, un préstamo— de 160 millones de dólares a Honduras. Esta vez, el regalo con moñito de Navidad viene etiquetado como una mejora vial para el tramo entre San Pedro Sula y Naco, en la carretera CA-4. Así que, mientras los hondureños cargan más deuda, los optimistas ya celebran la “transformación” de la conectividad en el país.
La Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), con su historial inmaculado de eficiencia,,,,,,,,sí, claro, será la encargada de convertir esos 24 kilómetros de carretera en una obra de cuatro carriles digna de un desfile de camiones. Por supuesto, esto promete seguridad vial, desarrollo económico, y hasta un tráfico sin estrés… si es que logra completarse sin desvíos presupuestarios.
Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF, declaró emocionado que este proyecto “modernizará la infraestructura y fortalecerá la integración regional”, aunque no especificó si esa integración incluye los pagos mensuales de la deuda que seguirán cayendo sobre los hombros de generaciones futuras.
La ampliación promete beneficiar a 820 mil habitantes de San Pedro Sula y, de rebote, al resto del país. Pero los más escépticos ya se preguntan si este desarrollo será tan “resiliente” como lo pintan, o si las lluvias del primer invierno post-inauguración demostrarán lo contrario.