LA PRESI ATERRIZÓ EN PANAMÁ

Xiomara Castro Sarmiento de Zelaya recién aterrizó en Panamá, acompañada como siempre por su primogénito Héctor y el canciller Enrique Reina, cuyos pasaportes deben tener ya más sellos que el de Luisito Comunica, con tanto viajecito que se vuelan como escoltas de la mandataria, que incluyó esta vez en el combo al señor del bombo, Luis Redondo Guifarro.

Llegó ella allá dizque en vuelo comercial, para que la gente no le ande achacando lo del billetal que se anduvo gastando en alquilar el lujoso jet privado en que viajó las últimas veces, pues en pleno ajetreo electoral no conviene al gobierno refundidor, que aspira dejar en el puesto a Rixi Ramona, contradecir su discurso de pseudo austeridad predicando con el ejemplo contrario.

El objetivo de la visita, según comunicaron desde Mordor, es la participación que le tienen reservada los canaleros el miércoles, día en que disertará ella sobre el desarrollo regional, pese a que en Honduras ni siquiera se ha atrevido en sus casi tres años de mandato a conceder una mísera entrevista sobre ningún tema de interés y relevancia nacional.

Según comunicó el Parlatino, elefante blanco tipo Parlacen que fue el que la invitó, su presencia en tierras panameñas “destaca un llamado a la integración y cooperación entre las naciones latinoamericanas y caribeñas, en un contexto marcado por los desafíos económicos, sociales y ambientales que enfrenta el continente”. Ojalá no se le ocurra empezar su disertación allá sobre la narcodictadura y los mentados 12 años que duró, pues además de no ser un público al que le importe, será el que se encuentre en Panamá una concurrencia que espera más de lo que les tenga que decir.