ERASMO PORTILLO SACA LA ESCALERA
La campaña por hacerse con la guayaba de la capirucha vivió uno de sus momentos álgidos este lunes, cuando en uno de sus barrios periféricos a Erasmo Portillo se le ocurrió alzar en brazos una escalera con la que se voló una de las metáforas más sonadas de la actual campaña.
Cargando el chunche en todo lo alto, les gritó el precandidato azulejo a sus cincuenta o sesenta activistas que lo acompañaron, que si le hacen el cambalache de convertirlo en alcalde de la capirucha “nunca más van a volver a ser la escalera para que los mismos de siempre estén en los mejores puestos”.
La puesta en escena que sin duda fue original, celebrada con merecido entusiasmo por los ahí presentes, si bien es cierto pareció haber sido previamente planeada, arrancó los gritos más puros y sinceros de quienes recibieron su promesa como si nunca hubiesen escuchado algo igual, lo cual habla muy bien del precandidato, que va con la bandera de la renovación de su partido.
“¡No más escaleras!” les gritó después, subiéndose a la ola del entusiasmo despertado, y a quienes también prometió que “vamos a recuperar la capital con la base y la estructura del Partido Nacional”, con un entusiasmo pocas veces visto a un político que sin embargo no alza vuelo en la intención de voto de los azulejos.