FISCAL DE LA UFERCO VUELVE A LA CARGA
No se rinde el fiscal de la Uferco, Luis Javier Santos, que con tal de mantenerse vigente ante la opinión pública sigue escarbando y exponiendo supuestos casos de corrupción, siempre y cuando todos ellos cumplan con el requisito ineludible exigido por la justicia refundacional para darles trámite: que sean de funcionarios de la administración cachureca anterior.
Porque sí, ahí llegó el viernes a primerísima hora de la mañana a los Juzgados en Materia de Corrupción y Crimen Organizado en la capirucha, con un cachimbazo de cajas conteniendo más o menos 200 líneas de investigación sobre el caso “Red de diputados”, que serán las dizque pruebas con las que él busca demostrar la culpabilidad de los involucrados, a quienes anda con toda la gana de clavarles un requerimiento fiscal.
No se sabe aún quiénes serán los “afortunados” a los que topará, pues la única certeza por ahora es que llegó él a bordo de una Prado y escoltado por cuatro vehículos más, como para dejar constancia de que no solo se trata de enjuiciar a los supuestos corruptos, si no, sobre todo, de que el show montado esté a la altura de las circunstancias, como para dar la impresión de que está haciendo algo.
Aunque más vale concederle el beneficio de la duda, porque no se cortó un pelo a la hora de dar detalles del caso, ya que hasta reveló que uno de los embarrados como que en aquellos años mozos sacó a una hembra de una casa de citas para llevársela a vivir a un apartamento aparte, el cual pagaba él con el billete de los subsidios que recibía en el Congreso. ¡Vaya!
Y qué decir de otros que según él pagaban las hipotecas de sus casas, compraban carros y hasta le pagaban las tarjetas de crédito a sus hijos y sus mujeres con ese pistal drenado del mismo fondo, pues con aquello, según Luis Javier, todo mundo hacía lo que le roncaba la santa y regalada gana.
La nueva embestida de Santos llega, eso sí, precedida de la que intentó ejecutar contra Papi a la Orden, caso del cual finalmente fue echado por pretender él jugar con ventaja, pues sabido es que siendo él un fiscal está amarrado con otras instancias del gobierno refundidor al que dice no pertenecer, pese a tener enchambados en la SIT no solo a su mujer, sino también a uno de sus hermanos.