QUIEREN TAPAR LA CRISIS VENDIENDO PAJA
El gobierno de Xiomara Castro ha decidido que la mejor forma de curar a un sistema de salud en terapia intensiva es construyendo ocho hospitales nuevos. Sí, ocho. Tal parece ser que la fórmula que quieren aplicar para resolver la crisis del sector no es garantizar el suministro de algodón, medicamentos o personal en los centros asistenciales ya existentes, sino inaugurar edificios virguitos donde el eco será el único especialista.
¡Ocho hospitales nuevos! Un golpe maestro de la refundación, que nos hace preguntarnos si en los planos de sus diseños también se incluyó lo de la autosostenibilidad, porque claro, si hoy no hay algodón para las cirugías en el Materno Infantil, seguro los nuevos hospitales vendrán con algodón autogenerado y médicos que trabajen por amor al arte.
Porque sí, el Materno Infantil, cuna de la eficiencia administrativa, suspendió hace poco sus cirugías porque no tenía algodón. Sí, leyó usted bien: no estamos hablando de máquinas avanzadas, medicinas carísimas o instalaciones de última generación, sino de algo tan simple como el algodón. La versión oficial machaca el asunto a un “problema administrativo”, como si eso sirviese para justificar la tragedia que se vive. Pero no importa, porque cuando lleguen los ocho hospitales, seguro harán un tour educativo a los pacientes para que aprendan a ser operados ahí sin insumos ni doctores.
Según la ASJ, el pisto para comprar medicamentos e insumos sigue estando ahí, pero la Sesal de Carla Paredes como que solo lo usa de adorno. De los 1,961 millones de pesos destinados para tal fin, el 43% sigue intacto, no vaya a ser que al gastarlo resuelvan algo. Y eso que hasta se dieron el lujo de recortarle 429 millones al presupuesto este año, porque claro, ¿para qué garantizar medicamentos si podemos gastar en inauguraciones y cintas rojas?
Pero Carla Paredes, en vez de admitir que planchó y ponerse a buscar soluciones, se ha convertido en una experta en insultar y buscar excusas, porque quizás cree ella que nada mejor que un toque de arrogancia para endulzar la amarga realidad de un sistema de salud colapsado. Pero relax, que ahora también está al mando de la Junta Interventora del Seguro Social, porque si la Sesal es un caos, seguro que con semejante historial en su espalda logra sacar a ese instituto del atolladero.
Pero volviendo al tema, la idea de construir los nuevos hospitales mientras los existentes apenas luchan por sobrevivir es como quien se quiere comprar un Ferrari sin poder siquiera fulear el tanque de la moto. ¿Cómo carajos sostendrán estas nuevas infraestructuras si las que hay viven de crisis en crisis? Sepa Judas.
Cuando inauguren los ocho hospitales de sus sueños, si es que los inauguran, esperemos que al menos la comandanta Xiomara incluya en sus discursos una disculpa dirigida a los niños que no fueron operados durante estas semanas y meses porque nunca les llegó el algodón. Estaremos a la expectativa.
Honduras, señoras y señores, no necesita más monumentos al fracaso sino resolver, aunque sea el problema de las cirugías en el sistema de salud, con una estrategia que incluya menos propaganda y más soluciones reales. Mientras tanto, seguiremos soñando con los hospitales nuevos que funcionen con magia y puritita buena voluntad, porque al parecer en eso consiste refundar un país.