PASTOR ESCUPE VENENO AL POLLO
A Rodolfo Pastor de María, el precandidato de la refundación en San Peter, como que le pegó feo con la tormenta Sara, porque hasta le dio por salir a conocer algunas de las zonas más fregadas de la ciudad, cuya existencia probablemente desconocía, y todo para hacer politiquería barata a costillas del Pollo Contreras, al que le escupió veneno a diestra y siniestra.
Con una retahíla de posteos en X se atrevió a recordarle el “olvido” en que según él mantiene el pollino alguno metederos de la ciudad que fueron presas fáciles de las inundaciones, metederos que a su juicio ocupan respuestas y no “promesas vacías ni obras improvisadas”, en clara alusión a las obras pirujas erigidas por la administración del alcalde y que se fueron al trasto con las primeras corrientes.
Unos reclamos, eso sí, no exentos de caradurismo, pues mientras los hizo andaba él repartiendo un cachimbo bolsas de ayuda proporcionadas por Sedesol, pese a no ser un funcionario del gobierno refundidor y pese a cuestionar a quienes los hacían cuando era él oposición, pisoteando así su propio discurso de no haber roto nunca un plato.
“La atención municipal brilla por su ausencia; aquí no llegan los reflectores ni los espectáculos, y mucho menos las obras improvisadas de la Alcaldía” escribió, con la altura moral de quien jamás se ha fajado por la ciudad pero que aun así aspira gobernarla.
Porque según Pastor, entregar bolsas solidarias del gobierno a título personal es más que encaramarse a un tractor para las fotos, aunque en esencia ambas majaderías solo sean las dos caras de la misma moneda, por lo que difícil resulta comprender de dónde saca tanta agalla para no hacer y tampoco dejar hacer.