LE DESVALIJAN LA CUEVA AL TIGRE

Al pobre Juan Carlos “el Tigre” Bonilla le sigue lloviendo sobre mojado, pues mientras se come con papas el cachimbo de años que le esperan en un mamo neoyorquino, donde ya se declaró culpable por andar transeando harina, los inescrupulosos malandros ya le desvalijaron la cholita que tenía allá en El Paraíso.

Y es que aquello da pena al ver cómo lo han dejado, pues ahora no es más que un chiquero de mala muerte cuando antes era una resplandeciente mansión, que solo sabrá Dios cómo es que un policía logra acumular tanta riqueza con el sueldito que les dan, pero bueno. La cosa es que ni el gobierno del indómito ni del refundidor han hecho nada por evitarlo.

Porque lo primero que hizo Marco Antonio Zelaya Reyes, el de la OABI, cuando le preguntaron, fue tirar el balón en el tejado de sus predecesores en el cargo, que fueron según él los que permitieron la sinvergüenzada, cruzándose de brazos mientras le desvalijaban la cueva al Tigre: “Nombramos un vigilante para darle seguridad a esa y otras viviendas aseguradas, son situaciones anteriores, antes que tomáramos posesión”.

La chocita en cuestión, ubicada en Las Ánimas, El Paraíso, es parte de los bienes inmuebles requisados al felino expolicía, misma que debería estar siendo custodiada por el gobierno de turno, que sin embargo lo único que hace es zafarse del asunto con la excusa de “ese lío no me lo como yo”, que viene a ser la rutina de los incapaces.

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