ROOSEVELT DESENFUNDÓ SU FRUSTRACIÓN

Roosevelt Hernández, activista en jefe del Ejército, como que perdió los estribos el pasado lunes, cuando delante de más o menos 3 mil oficiales auxiliares de las FFAA a los que había convocado en las instalaciones de la Fuerza Aérea, desenfundó su cuete y apuntó su cañón hacia un ejemplar de la Constitución que sostenía con la otra mano, para demostrar según él su respeto por la Carta Magna.

“Yo soy respetuoso de las leyes, si no lo fuera, hago esto” habría dicho, según El Heraldo, a una concurrencia que quedó jeta abierta, sin dar crédito al espectáculo ofrecido desde el estrado por el general, cuyo comportamiento de pseudo matón se ha agudizado en días recientes, tras las críticas que le han llovido desde todos lados por su descarada filiación a las ideas refundacionales de sus amos en el Ejecutivo.

La bravuconada del activista castrense, además, fue una acción mal calculada, pues los presentes que asistieron a la convocatoria ya iban con la mosca detrás de la oreja, tras enterarse que uno de los puntos en la agenda era la propuesta de bajarles mensualmente el 3% del salario como aporte al Hospital Militar, algo que finalmente no cuajó porque todos se le pusieron al brinco.

Y es que con la descarada propuesta sintieron todos ellos que les iba a llover sobre mojado, porque a lo largo del año ya les ha tocado lidiar con un rimero de restricciones económicas que van desde la falta de billete para la gaso de las patrullas, aguantar un régimen alimenticio para morirse de hambre, o por lo menos de la cólera, y el atraso sistemático del pago de sus salarios que ahora Roosevelt les quiere mochar.

Quizás siendo consciente de esa encachimbancina es que el activista general ordenó decomisar los teléfonos en la entrada a todos ellos, para curarse en salud y ahorrarse el bochorno de que lo expusieran públicamente, como acabó sucediendo de todos modos, pues los testimonios de “fuentes fiables” citadas por El Heraldo dan fe de ello.

Por esa razón es que anda el hombre tan atrincherado, a tal punto que un segmento de su intervención la dedicó a despotricar contra los medios de comunicación a los que considera enemigos de batalla, pues al igual que sus correligionarios de Libre ha demostrado ser él un tipo hipersensible a la crítica, independientemente de que ésta esté bien fundamentada, pues él está en el puesto para proteger la soberanía del país, no la ideología de sus patrones.

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