TPM: ESTRANGULAMIENTO FINANCIERO
En un giro maestro de “economía creativa”, Honduras ha decidido que tres meses son suficientes para llevar la Tasa de Política Monetaria (TPM) a nuevas alturas, alcanzando el 5,75%. Mientras las economías desarrolladas se tomaron cuatro años para ajustarla hasta un 5,5% en tiempos de inflación galopante, Honduras ha optado por la “vía rápida”, o como el economista Marvin Vázquez diría: “la improvisación en su máxima expresión”.
Para Vázquez, este aumento no es más que un “estrangulamiento económico de manual”: en lugar de incentivar el crédito y el consumo, la estrategia parece diseñada para que los hondureños practiquen el noble arte de no gastar.
Según él, si ya tenías un préstamo, prepárate, porque ahora no solo tendrás que pagar tus deudas, sino también una “generosa” suma adicional en intereses. Así que, mientras las familias se ajustan aún más los cinturones, el consumo – y posiblemente la moral nacional – siguen en picada.
Los efectos no terminan ahí. Si eras de aquellos que soñaban con abrir un pequeño negocio o invertir en algo más allá de la subsistencia, Vázquez te trae noticias: mejor baja la mirada, porque con estas tasas, la inversión en proyectos clave se queda en pausa. Después de todo, nada grita “fomento de la economía” como asustar a los emprendedores y darles a las empresas el mensaje de que el riesgo es su nuevo compañero inseparable.
Pero tranquilo, Honduras: a fin de cuentas, ¿quién necesita consumo, empleo o desarrollo? Según esta versión “creativa” de política monetaria, lo importante es el crecimiento de la tasa… aunque sea solo en la gráfica de descontento nacional.