ENEE LO VUELVE A HACER ADJUDICA A PRECIOS ORO
La ENEE, fiel a su costumbre de adjudicar sin mucha competencia la volvió a hacer adjudicando contratos a la modalidad más cara que es la de plantas operadas con diésel.
Kevin Rodríguez, experto en temas de energía de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), no tardó en expresar su preocupación por la peculiar competencia.
“Dos ofertas, una inválida y, para colmo, adjudicar a precio de oro la generación a base de diésel por cuatro años… sí, definitivamente es una receta magistral para encarecer la tarifa eléctrica”, ironizó Rodríguez en X, con la esperanza de que alguien, en algún rincón de la ENEE, se dé por aludido.
La adjudicación es toda una obra maestra de la matemática financiera estatal: un contrato de cuatro años con un costo de 20,900 dólares por megavatio-mes, casi el doble del precio anterior, que se situaba en 10,363 dólares. Nada mal para quienes disfrutan de pagar más por lo mismo, o incluso por menos. Después de todo, cuando se trata de gastar, no hay que andarse con pequeñeces.
Por si el precio no fuera ya un dolor de cabeza suficiente, el panorama se oscurece con la falta de competencia en la licitación, lo que dejó pocas opciones para negociar algo mejor. Al parecer, el objetivo era hacer sentir a los consumidores hondureños que están pagando por un servicio de lujo, aunque la realidad les diga lo contrario.
Y es que la ENEE, siempre en sintonía con las necesidades del pueblo, decidió adjudicar este jugoso contrato justo cuando los hondureños ya no saben si temer más a la factura eléctrica o al recibo del agua. La promesa de que las nuevas plantas generadoras entrarían en operación para el verano de 2025 suena ahora tan alentadora como un chapuzón en un balde de agua tibia.