PRECIOS DE PRODUCTOS AL CIELO
Mientras los hondureños se preparan para una Navidad que, aparentemente, será más cara que los adornos de lujo en el árbol, el presidente de la Asociación de Protección al Consumidor Hondureño (Adecabah), Adalid Irías, ha salido a cuestionar lo que ya sabemos todos : los precios suben y los funcionarios… bueno, siguen cómodos en sus escritorios.
“Es increíble cómo cada año, desde agosto hasta diciembre, el precio del huevo y las carnes inician su ascenso festivo, como si fueran a ganar un premio por llegar a lo más alto”, comenta Irías. Y es que, mientras los economistas de salón de Desarrollo Económico afirman que un cartón de huevos no debería pasar de los 85 lempiras, en la vida real ya anda entre 100 y 110 lempiras. ¡Será una nueva forma de regalo navideño adelantado!
Pero el aumento no es exclusivo del huevo. La rapadura de dulce, esa compañera infaltable para las torrejitas o el ayote en miel, ha decidido unirse a la fiesta de los precios altos y pasó de 40 a 50 lempiras.
Lo más curioso de todo es que Irías sigue preguntándose cómo los funcionarios, sentados cómodamente en sus oficinas con aire acondicionado, creen que van a regular la oferta y la demanda. Tal vez piensen que los precios se ajustan solos con solo mirarlos fijamente desde un escritorio. Quién sabe, a lo mejor nos estamos perdiendo de algún truco económico que ellos dominan.
Así que, mientras los precios suben como espuma, los hondureños siguen ajustando el cinturón, literalmente, porque parece que la Navidad será una celebración de “mirar y no tocar” en el supermercado. ¿Y los funcionarios? Bueno, a ellos seguramente si disfrutaran del pavo…