DESEMPLEO, VILLANO DE TEMPORADA NAVIDEÑA
En plena época de bonanza económica, mucha gente anda arrastrando la lengua, pues el desempleo se ha convertido en el villano de la temporada navideña.
La llanura está siendo especialmente cruel con los cientos y cientos de deschambados que han quedado bajando santos al no poder acceder al mercado laboral desde que en las altas esferas se les ocurrió bajarse la Ley de empleo por hora sin ofrecer a cambio una sola alternativa.
Mismas esferas que seguramente deben estar preguntándose, con sincera extrañeza, cómo es que muchos paisanos suyos optan por echarse los maritates al hombro en un peligroso viaje rumbo al norte, con lo bien que creen que se vive en su patio.
Y todo apunta a una inevitable consecuencia en forma de creciente desempleo informal, que llegará de la mano con el grito en el cielo de las propias esferas, inconscientes quizás de que, hablando las cosas, como gente grande, se pueden obtener buenos resultados sin tener que coquetear con ningún extremo.
Mientras tanto, a la gente de a pie no le quedará más remedio que socarse la faja, ya que sin chamba y sin gente interesará en crearla, en enero no habrá cuesta sino un acantilado.