LOBO EN LIBERTAD CORTESÍA POR SER SAPO
Fabio Lobo, el hijo pródigo del expresidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa, sale de prisión tras cumplir nueve años de una condena de 24 años.
¿El secreto para una liberación tan temprana? No es magia, ni un error burocrático, sino el siempre efectivo “truco de la cooperación con la justicia”. En lenguaje más popular el que usan los carteles, ser sapo.
La Corte del Distrito Sur de Nueva York, con la jueza Lorna G. Schofield a la cabeza, decidió que “tiempo cumplido” es suficiente. ¿Por qué no dejarlo salir antes? Total, Fabio ya tuvo su momento de reflexión tras las rejas.
La decisión no sorprende a nadie, ya que todos saben que su testimonio para untar hasta su propio padre fue de gran ayuda durante el juicio del expresidente Juan Orlando Hernández, testificando sobre sobornos y otras travesuras narcotraficantes. Al parecer, ser “buchón” en un tribunal tiene sus recompensas, como ver la luz del sol mucho antes de lo esperado. Los 24 años se convirtieron en nueve, porque en el mundo del crimen internacional, la matemática es flexible cuando cooperas.