MP ENGAVETÓ “LAVANDERÍA” DEL FAMILIÓN

Otro frente mediático se le acaba de abrir al familión, tras la publicación que les hicieron los incordiosos de Contracorriente en su edición del 26 de septiembre, que da cuenta de toda una maraña de mandracadas con las que supuestamente varios miembros del clan Zelaya Castro se habrían beneficiado con casos de lavado de activos e incluso de narcotráfico.

Según el medio digital, el caso ha sido sospechosa y convenientemente engavetado una y otra vez por las distintas administraciones del Ministerio Público que ha habido hasta nuestros días, desde que reventó el clavo en 2010, cuando apenas habían pasado unos meses del golpe de Estado que mandó a Mel en pijama a Costa Rica.

Asegura Contracorriente que allá por 2012, el Ministerio Público pidió apoyo a la Fiscalía de Colombia para darle trámite a una investigación en la que señalaban a miembros del familión por presuntamente adquirir propiedades que habían sido incautadas a una empresa por lavado de activos, e incluso ampliaron el asunto a Marco Zelaya, hermano de Mel, que habría estado embarrado en el tráfico de drogas.

Se trataría de tres propiedades ubicadas allá en la capirucha, en Valle de Ángeles y en Santa Lucía, que según la Fiscalía se le incautaron a Grupo Fluirsa, empresa acusada por ser una “lavandería” y que entre su terna de socios figuraba una tal Elmy Valladares Ruiz, que actuaba en representación de sus dos hijos procreados con el narco Neftaly Mejía, que actualmente paga una cadena perpetua en Florida.

Dice Contracorriente que intentó obtener la versión de los hechos tanto del Ministerio Público como de Mel, pero no hubo suerte con uno ni con otro. Con lo que sí hubo suerte fue con el resto de documentos con los que dice contar, pues sirvieron para constatar que, en efecto, se anduvo investigando por supuesto lavado no solo a Mel, sino también a su hermano Carlón y a su primogénito Héctor, además de al antes mencionado Marco, por dizque narco.

El asunto es que la Fiscalía colombiana envió como respuesta un material con grabaciones telefónicas de temas relacionados con acontecimientos que vincularían a miembros del familión con todo lo antes expuesto, pero hasta el momento no se ha presentado ningún requerimiento fiscal ni se han comunicado avances sobre el caso, pese a que el actual fiscal, Johel Zelaya, se llena el pechito hablando de que no le temblará el pulso para topar a quien sea necesario.

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